TSU - La red social que te paga por usarla

¿Te imaginas que además de disfrutar de las redes sociales como haces hasta ahora te pagaran por usarlas? Parece un sueño ¿No crees? Ahora gran parte del tiempo que inviertes en internet podría tener una recompensa gracias a Tsü, la red social que paga a sus usuarios que más rápido está creciendo.
Este concepto no es nuevo, de hecho ya existían otras plataformas online que pagaban a los usuarios que eran creadores de contenido y que generaban movimiento en las mismas. Pero Tsü, con sede en Nueva York es la primera en crecer rápidamente, ya ha alcanzado los 2 millones de usuarios y espera un fuerte crecimiento en 2015. Su revolucionario modelo de negocio ha provocado que aparezca en las portadas de los principales medios de comunicación de todo el mundo.

 

¿Por qué paga Tsü a sus usuarios?

Tsü lo que hace es pagar a sus usuarios una parte del dinero generado por los anunciantes. Si conoces el modelo de negocio de Facebook sabrás que las empresas que quieren poner anuncios en esta famosa red social tienen que pagar una cantidad de dinero a través de Facebook Ads. La diferencia entre Facebook y Tsu es que Facebook se queda con todo el dinero, mientras que Tsu paga una parte de estos beneficios a sus usuarios.
La cantidad de dinero que puedes ganar variará dependiendo de lo influyente que seas en la plataforma, es algo parecido a lo que pasa con YouTube y los YouTubers, ganan dinero dependiendo el número de visitas que generan en sus videos y por lo tanto del número de impresiones de anuncios que provocan.

 

¿Cómo puedo comenzar a ganar dinero en Tsü?

1. En primer lugar necesitas una invitación para poder crear una cuenta. Si quieres conseguir una invitación puedes hacer clic aquí: INVITACION
2. Completa tus datos de usuario (nombre, email, fecha de nacimiento…)
3. Ahora podrás comenzar a completar la información que verán tus contactos como por ejemplo una descripción de ti, una foto de perfil u otras redes sociales en las que tienes cuenta.
4. Conecta con tus amigos, sigue las páginas que te gustan, comparte contenidos como fotos o comentarios y verás como poco a poco comienzan a subir tus ingresos.
   
   
   Según las palabras de los creadores de Tsü, el objetivo de la plataforma es que los usuarios que creen o suban contenido de valor y que generen movimiento entre otros usuarios reciban una parte de los beneficios de la plataforma.
   Por ejemplo: Imagínate que subes unas fotos que has hecho durante tus vacaciones en Italia y que estas fotos tienen muchos likes, comentarios y se comparten entre otros usuarios. Esto ya te permitiría comenzar a ganar dinero.
   

    

   ¿Cómo se reparten los beneficios en Tsü?

   Cuando Tsü recibe un pago de un anunciante se queda con el 10% de este pago en concepto de mantenimiento de la plataforma y beneficios de la compañía. Por lo tanto queda un 90 % que se reparte entre los usuarios de la siguiente manera:
   
   • 45% para el que ha creado contenidos.
   • 45% para la red de contactos del creador de contenidos.
   
   Por poner un ejemplo sencillo: Imagínate que has subido unas imágenes que se han compartido mucho y que en total han generado 100 € en anuncios. Tsü se quedará con 10 €, tú con 45 € y los 45 € restantes se dividirán entre tu red de contactos. 
   

    

   ¿Qué tipo de contenidos puedo compartir en Tsü?

   Puedes compartir todo tipo de contenidos al igual que haces en Facebook o en Twitter (imágenes, links, textos, fotos, vídeos, etc.) pero hay algunas categorías que no están permitidas como la violencia, la discriminación, incitación al odio o sexo explícito.
   Tampoco permiten utilizar técnicas de spam y comportamientos dirigidos a ganar dinero que molesten a los demás o que provoquen un funcionamiento incorrecto de la plataforma. (Por ejemplo no está permitido frases como sígueme y te sigo, si lo detecta la plataforma te cierra la cuenta).
   Si te parece interesante esta propuesta de red social y te quieres unir, no lo pienses más, haz clic en la INVITACION, regístrate y no olvides seguirme para recibir las noticias e información también en esta nueva red social. ¿Nos vemos al otro lado?

 

Eventos Del Misterio

Hoy quisiera recomendaros un grupo de Facebook llamado "Eventos Del Misterio", y en el que podréis encontrar todo tipo de eventos relacionados con el mundo del misterio en todos sus ámbitos, de forma allí podéis encontrar actividades de estos temas para que estén agrupadas en un único sitio e informen al mayor número de gente posible.

En dicho grupo, se pueden hacer charlas y reuniones, intercambios de material, realizar alguna ruta, etc... Vamos, un sitio donde podréis conocer gente afín a vosotros con quien compartir vuestra afición al misterio y poner vuestras actividades (relacionadas con estos temas) o simplemente disfrutar de las que ya hay puestas.

 Recordad que para ver todas las actividades futuras ordenadas cronológicamente podéis visitar la solapa "Eventos".

El enlace de dicho grupo es el siguiente:
http://www.facebook.com/groups/eventosdelmisterio/

Os animamos a participar del mismo, y esperamos que os gusten las actividades que allí se proponen. 

Estamos Programados Socialmente a Conformarnos - El Paradigma de Conformidad Asch

Un revelador e histórico experimento muestra con ridícula claridad cómo nuestra individualidad se diluye ante la conducta multitudinaria y cedemos fácilmente ante la presión social, aunque esta nos haga ir en contra de la más elemental lógica: el comportamiento de masas es profundamente irracional.

En 1962 el reconocido psicólogo social Solomon Asch se confabuló con el equipo del programa 'Candid Camara' para demostrar como las personas se conforman a la norma. 

La facilidad con la que una persona modifica su conducta para conformarse con la de un grupo hace pensar en que se trata de un truco o una broma o que es una farsa. Pero esto sólo ocurre porque observar cómo se diluye la individualidad resulta cómico y francamente ridículo cuando no estamos dentro de ese grupo –si un individuo ve este video en un grupo en el que nadie ríe, probablemente ese indiviudo no reirá. Tomamos conciencia al observar desde fuera nuestra conducta grupal que la realidad colectiva, la del experimento o la de fuera del experimento, es la farsa de la individualidad. 

 

Este mismo experimento fue replicado en la Universidad del Sur de Florida con los mismos resultados: una persona en el ascensor ante la amenaza de marginarse del grupo actúa conforme a la norma, aunque la conducta que imita sea anormal.

El poder que tiene la presión social para transformar nuestra conducta fue investigado por Solomon Asch en una serie de experimentos que dieron lugar a lo que se conoce como “el Paradigma de Conformidad Asch”. 

En otro experimento una serie de participantes fue colocado en un grupo en el que había entre 5 y 7 confederados (personas que sabían el verdadero propósito del experimento). A los participantes se le mostró una tarjeta con  una línea seguida de otra tarjeta con tres líneas A, B y C.  

Luego se les pidió a los participantes que dijeran cuál de las tres líneas en la segunda tarjeta coincidía con las que se les había mostrado primero. 

Los participantes “reales” respondían al final. En la primera fase los confederados daban respuestas correctas, las cuales eran obvias. En la siguiente fase los confederados empezaron a responder equivocadamente. En el grupo de control, solo un participante de 35 dio una respuesta incorrecta. En el grupo en el que los confederados dictaron, 75% de los participantes dieron respuestas incorrectas. 

 

Este interesante experimento muestra que fácilmente vemos la realidad como la ven los demás, aunque su visión sea completamente errónea. No se necesita ser muy perspicaz para descubrir las implicaciones y extrapolaciones que tiene esto sobre nuestra experiencia cotidiana psicosocial. La realidad que experimentamos es más el resultado de una suma colectiva (de percepciones y creencias) que de un análisis objetivo del mundo fenomenológico. 

El experimento del ascensor se repite en microdosis constantemente en nuestra cotidianidad y a lo largo del tiempo crea una imagen que substituye al mundo. Vemos con todos los ojos que han visto. Y nos movemos hacia donde se mueven todos antes. Es parte de nuestro deseo de pertenencia, y de nuestro entrelazamiento como especie: ¿pero acaso no quieres ser el único que mira hacia el frente cuando todos dan la espalda?